La lamentable situación de muchos inmuebles del centro histórico de Taganana no es sólo un problema privado, como afirma el Ayuntamiento. El patrimonio histórico es una cuestión pública, colectiva, y en todo el mundo podemos encontrar miles de núcleos históricos que fueron recuperados gracias al impulso de la Administración pública, no sólo con fondos públicos sino con voluntad política y de incentivos a la inversión privada. Hay fórmulas jurídicas y experiencia en gestión de centros históricos acumulada en todo el planeta para darle la vuelta a lo que ocurre tristemente con nuestra querida Taganana. Pero hay que querer hacerlo. Está ya todo inventado.